NUEVAMENTE CLIFF LEE NO PUDO CON LA OFENSIVA DE LOS GIGANTES |
CODY ROSS FUE PIEZA IMPORTANTE EN EL CAMPEONATO DE LOS GIGANTES |
GIGANTES CAMPEONES POR PRIMERA VEZ DESDE QUE LLEGARON A SAN FRANCISCO |
CLIFF LEE DURANTE SU ULTIMA ACTUACION EN LA SERIE MUNDIAL 2010 |
TIM LINCECUM GRANDE EL CENTRO DEL DIAMANTE |
EL MAGESTUOSO ESTADIO DE BEISBOL DE LOS RANGERS DE TEXAS |
EDGAR RENTERIA EL HEROE Y EL MAS VALIOSO |
JEREMY AFFELDT CELEBRA EL CAMPEONATO DE LA SERIE MUNDIAL DE LA MLB |
ARLINGTON.— Los Gigantes se mudaron de Nueva York a San Francisco hace 53 años, cuando estaba en boga la maldición de los Medias Rojas, y la de los Medias Blancas también, el Marlin de la Florida era un pescado, y no un atleta que usara verde azulado y negro.
Sus aficionados se han estremecido con las frías noches de junio y se han mojado con la angustia de octubre. Esas almas aplastadas en los años de 1962, 1989 y 2002, que sólo veían que todo el mundo tenía un sorbo de champaña. Ahora ha llegado su turno.
Lo que Willie Mays, Will Clark y Barry Bonds no pudieron, Édgar Rentería y Tim Lincecum lo concretaron. Hicieron que San Francisco llorara de júbilo y la ciudad entera festeje a sus Gigantes como los campeones de las Grandes Ligas.
Su coronación llega en una fría noche en Texas, donde los Gigantes brillaron con un jonrón de tres carreras de Rentería, sumado a un domino absoluto de ocho entradas por parte de Lincecum para derrotar 3-1 a los Rangers, ante un Rangers Ballpark con 52 mil 45 aficionados.
Después de que Brian Wilson finiquitara las acciones con un ponche a Nelson Cruz, se desencadenó una ruidosa celebración detrás de la loma. Noviembre nunca será igual otra vez.
Los jugadores sueñan con el hit vencedor en una Serie Mundial. Rentería, con dos sencillos en el juego siete para los Marlines en 1997, ahora tiene un doble recuerdo. Con los Gigantes un jonrón entre el jardín izquierdo y el central para impulsar tres carreras.
El colombiano bateó para .412 en la serie, con dos vuelacercas para ser seleccionado como el Jugador Más Valioso de la ahora ya memorable Serie Mundial.
Pero su acción sólo fue una de las diversas muestras de fortaleza de un grupo de sobresalientes y talentosos jugadores traídos por el mánager Brian Sabean. Cody Ross fue adquirido a fines de esta temporada, en un reclamo para extender su contrato. En esta historia fue una pieza clave. En tanto que Andre Torres firmó como un agente libre de ligas menores con un .318.
Tras llegar a su primera Serie Mundial en 39 años de historia de la franquicia en Texas, los Rangers aparentemente olvidaron cómo batear. Fallaron en marcar en la pizarra a lo largo de 18 entradas antes de que Cruz conectara un jonrón en el séptimo inning del juego decisivo.
Ayer tuvieron tres hits otorgados por Lincecum, quien caminó a dos y ponchó a 10. Derrotó a Cliff Lee en el juego uno, pero como reconoció después, no con su mejor picheo.
Lincecum fue tan dominador a lo largo de sus 101 lanzamientos que los Gigantes sólo perdieron en 10 ocasiones contra 16 victorias en temporada regular, cuando le tocó abrir. Pese a estos números, fue en la postemporada donde desplegó su mejor juego.
Para Texas, el lugar más confortable en el Rangers Ballpark fue el brazo izquierdo de Lee, quien rescató al equipo en la serie divisional para hacerlos llegar a la siguiente instancia. Pero este atributo del equipo se colapsó en la séptima entrada del quinto juego.
Por más estrategias al momento de tomar el bat, ninguno logró ni siquiera alentar a su afición.
El margen de escape en la sexta entrada se rompió como un acto imposible de remontar. Ross y Juan Uribe iniciaron con sencillos prometedores.
Hasta que salió Rentería. Lo que sucedió después fue un regalo de los dioses, quienes habían torturado a los aficionados de los Gigantes cada que llegaba el otoño desde 1954. La espera ha terminado. San Francisco es el campeón de la Serie Mundial.
Sus aficionados se han estremecido con las frías noches de junio y se han mojado con la angustia de octubre. Esas almas aplastadas en los años de 1962, 1989 y 2002, que sólo veían que todo el mundo tenía un sorbo de champaña. Ahora ha llegado su turno.
Lo que Willie Mays, Will Clark y Barry Bonds no pudieron, Édgar Rentería y Tim Lincecum lo concretaron. Hicieron que San Francisco llorara de júbilo y la ciudad entera festeje a sus Gigantes como los campeones de las Grandes Ligas.
Su coronación llega en una fría noche en Texas, donde los Gigantes brillaron con un jonrón de tres carreras de Rentería, sumado a un domino absoluto de ocho entradas por parte de Lincecum para derrotar 3-1 a los Rangers, ante un Rangers Ballpark con 52 mil 45 aficionados.
Después de que Brian Wilson finiquitara las acciones con un ponche a Nelson Cruz, se desencadenó una ruidosa celebración detrás de la loma. Noviembre nunca será igual otra vez.
Los jugadores sueñan con el hit vencedor en una Serie Mundial. Rentería, con dos sencillos en el juego siete para los Marlines en 1997, ahora tiene un doble recuerdo. Con los Gigantes un jonrón entre el jardín izquierdo y el central para impulsar tres carreras.
El colombiano bateó para .412 en la serie, con dos vuelacercas para ser seleccionado como el Jugador Más Valioso de la ahora ya memorable Serie Mundial.
Pero su acción sólo fue una de las diversas muestras de fortaleza de un grupo de sobresalientes y talentosos jugadores traídos por el mánager Brian Sabean. Cody Ross fue adquirido a fines de esta temporada, en un reclamo para extender su contrato. En esta historia fue una pieza clave. En tanto que Andre Torres firmó como un agente libre de ligas menores con un .318.
Tras llegar a su primera Serie Mundial en 39 años de historia de la franquicia en Texas, los Rangers aparentemente olvidaron cómo batear. Fallaron en marcar en la pizarra a lo largo de 18 entradas antes de que Cruz conectara un jonrón en el séptimo inning del juego decisivo.
Ayer tuvieron tres hits otorgados por Lincecum, quien caminó a dos y ponchó a 10. Derrotó a Cliff Lee en el juego uno, pero como reconoció después, no con su mejor picheo.
Lincecum fue tan dominador a lo largo de sus 101 lanzamientos que los Gigantes sólo perdieron en 10 ocasiones contra 16 victorias en temporada regular, cuando le tocó abrir. Pese a estos números, fue en la postemporada donde desplegó su mejor juego.
Para Texas, el lugar más confortable en el Rangers Ballpark fue el brazo izquierdo de Lee, quien rescató al equipo en la serie divisional para hacerlos llegar a la siguiente instancia. Pero este atributo del equipo se colapsó en la séptima entrada del quinto juego.
Por más estrategias al momento de tomar el bat, ninguno logró ni siquiera alentar a su afición.
El margen de escape en la sexta entrada se rompió como un acto imposible de remontar. Ross y Juan Uribe iniciaron con sencillos prometedores.
Hasta que salió Rentería. Lo que sucedió después fue un regalo de los dioses, quienes habían torturado a los aficionados de los Gigantes cada que llegaba el otoño desde 1954. La espera ha terminado. San Francisco es el campeón de la Serie Mundial.
¿Se equivocó Ron Washington, piloto de los Rangers, en ordenar lanzarle a Édgar Rentería en el séptimo episodio del quinto partido de la Serie Mundial, la noche del lunes en Arlington?
Esa pregunta debe rondar en la cabeza de los aficionados del equipo texano, luego de que el colombiano conectara un cuadrangular de tres carreras que le dio a los Gigantes de San Francisco el triunfo y el título en la Serie Mundial de Béisbol.
Yo pienso que sí, que cometió un grave error, ojo, independiente del resultado, pues se trataba de un bateador inspirado en este 'Clásico de otoño'. ¿Y por qué se habría de equivocar?.
Por una razón: con dos outs, corredores en segunda y tercera y la primera base desocupada, lo obvio era darle la base por bolas intencional al colombiano y, más, si después venía el último en el turno ofensivo, Aaron Rowand, en el papel el más débil del equipo. Se podía jugar buscar el último out en cualquier almohadilla.
Washington confío en su estelar Cliff Lee, dominante hasta ese momento. Y el ganador del premio Cy Young (mejor lanzador) en el 2008 hizo dos lanzamientos malos.
El tercero, como es tradicional, es el llamado automático, el strike que el bateador deja pasar por si hay descontrol monticular y queda a una bola del pasaporte gratuito.
Pero Rentería, con la clase de bateador oportuno en Series Mundiales y ahora con más experiencia, 'compró' (así se le dice en el béisbol) el envío del zurdo al centro del plato y puso la bola entre los jardines izquierdo y derecho para sellar, mostrando su casta de siempre, que el anillo de campeón mundial era para su equipo Gigantes y que él, además, era el 'Pelotero más valioso'.
Esa pregunta debe rondar en la cabeza de los aficionados del equipo texano, luego de que el colombiano conectara un cuadrangular de tres carreras que le dio a los Gigantes de San Francisco el triunfo y el título en la Serie Mundial de Béisbol.
Yo pienso que sí, que cometió un grave error, ojo, independiente del resultado, pues se trataba de un bateador inspirado en este 'Clásico de otoño'. ¿Y por qué se habría de equivocar?.
Por una razón: con dos outs, corredores en segunda y tercera y la primera base desocupada, lo obvio era darle la base por bolas intencional al colombiano y, más, si después venía el último en el turno ofensivo, Aaron Rowand, en el papel el más débil del equipo. Se podía jugar buscar el último out en cualquier almohadilla.
Washington confío en su estelar Cliff Lee, dominante hasta ese momento. Y el ganador del premio Cy Young (mejor lanzador) en el 2008 hizo dos lanzamientos malos.
El tercero, como es tradicional, es el llamado automático, el strike que el bateador deja pasar por si hay descontrol monticular y queda a una bola del pasaporte gratuito.
Pero Rentería, con la clase de bateador oportuno en Series Mundiales y ahora con más experiencia, 'compró' (así se le dice en el béisbol) el envío del zurdo al centro del plato y puso la bola entre los jardines izquierdo y derecho para sellar, mostrando su casta de siempre, que el anillo de campeón mundial era para su equipo Gigantes y que él, además, era el 'Pelotero más valioso'.
Los Gigantes de San Francisco se coronan nuevamente campeones de la Serie Mundial el día de ayer, al enfrentar a los Rangers de Texas en la final de Serie Mundial de Beisbol.
Luego de 54 años de su último título, los Gigantes de San Francisco se coronan nuevamente campeones de la Serie Mundial, sin duda, el pitcheo de los Gigantes fue el factor decisivo: Tim Lincecum lanzó durante 8 entradas, aceptó 3 imparables y solo una carrera.
A San Francisco le bastó conectar un cuadrangular que permitió tres carreras del colombiano Edgar Rentería en el séptimo capítulo para asegurar la victoria.
En este marco de festejo, Édgar Rentería fue nombrado el jugador más valioso del Clásico de Otoño.
En tal sentido, Bruce Bochy, mánager de los campeones señaló, "todos lo hicieron bien, estoy muy orgulloso de ellos. Dieciséis temporadas como mánager y primera corona de Serie Mundial. Realmente ellos querían ganar y lo lograron. Todos trabajaron muy fuerte, todos aceptaron sus papeles en el campo y eso nos llevó al éxito. Esto es increíble".
Además agradeció su primer título, luego de 16 temporadas como mánager.
Hay que recordar que es su sexto campeonato, mientras que los otros 5 fueron:
1905. Gigantes 4-1 Atléticos
1921. Gigantes 5-3 Yankees
1922. Gigantes 4-0 Yankees
1933. Gigantes 4-1 Senadores
1954. Gigantes 4-0 Indios
Luego de 54 años de su último título, los Gigantes de San Francisco se coronan nuevamente campeones de la Serie Mundial, sin duda, el pitcheo de los Gigantes fue el factor decisivo: Tim Lincecum lanzó durante 8 entradas, aceptó 3 imparables y solo una carrera.
A San Francisco le bastó conectar un cuadrangular que permitió tres carreras del colombiano Edgar Rentería en el séptimo capítulo para asegurar la victoria.
En este marco de festejo, Édgar Rentería fue nombrado el jugador más valioso del Clásico de Otoño.
En tal sentido, Bruce Bochy, mánager de los campeones señaló, "todos lo hicieron bien, estoy muy orgulloso de ellos. Dieciséis temporadas como mánager y primera corona de Serie Mundial. Realmente ellos querían ganar y lo lograron. Todos trabajaron muy fuerte, todos aceptaron sus papeles en el campo y eso nos llevó al éxito. Esto es increíble".
Además agradeció su primer título, luego de 16 temporadas como mánager.
Hay que recordar que es su sexto campeonato, mientras que los otros 5 fueron:
1905. Gigantes 4-1 Atléticos
1921. Gigantes 5-3 Yankees
1922. Gigantes 4-0 Yankees
1933. Gigantes 4-1 Senadores
1954. Gigantes 4-0 Indios
JOHN ROSADO
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