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| EL PRESIDENTE DE LOS RANGERS DE TEXAS AL MOMENTO DE LANZAR LA PRIMERA BOLA |
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| EL INICIALISTA DE LOS RANGERS MITCH MORELAND AL MOMENTO DE PEGAR HOME RUN DE TRES RALLITAS |
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| JONATAHN SANCHEZ NUEVAMNETE FALLO |
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| ANDRES TORRES TAMBIEN SE FUE PARA LA CALLE |
Si los Rangers de Texas van a morir ya no será por barrida en la Serie Mundial.
Quizás fue la magia del ambiente, por estar de regreso a su casa. Quizás influyó su copropietario, el legendario Nolan Ryan, quien hizo el pitcheo ceremonial a 68 millas por hora, con 63 años de edad, para dar el ejemplo. Quizás. Pero no, el beisbol se gana con pitcheo y bateo y esa fue la fórmula mágica que usó Texas.
Los Rangers vencieron 4-2 a los Gigantes de San Francisco en el tercer partido del "Clásico de Octubre", para colocar la serie 2-1 -todavía con ventaja de San Francisco- gracias a una labor encomiable del abridor Colby Lewis y jonrones del novato Mitch Moreland y el experimentado Josh Hamilton.
Lewis diseminó apenas cinco hits y dos carreras en 7.2 actos -tuvo 103 pitcheos, con 74 strikes- para allanar el camino a un triunfo cuya guinda fue un soberbio relevo del dominicano Neftalí Feliz. Sacó el noveno por la vía rápida, con envíos a velocidad de vértigo.
Los Rangers necesitaban ganar y eso lo entendió a la perfección Moreland.
El jardinero fue paciente en el segundo episodio y en cuenta de 2-2, luego de dar cuatro fouls, sacó la bola del parque con dos a bordo por el jardín derecho, para darle el respaldo necesario al lanzador Lewis.
Para los Rangers quedar abajo 0-3 era firmar su sentencia de muerte y lo entendieron.
Ningún equipo en la historia de la Serie Mundial ha podido recuperarse de ese déficit y luego coronarse.
La otra cara de la moneda fue un timorato Jonathan Sánchez, quinto boricua que abre un partido de Serie Mundial, que fue bateado con libertad y víctima de su descontrol. Texas le fabricó las cuatro carreras y por allí se le fue el partido.
San Francisco se acercó con jonrones solitarios de Cody Ross y el puertorriqueño Andrés Torres, en el séptimo y octavo innings, respectivamente, pero no le bastó, ante la ensordecedora gritería de los fanáticos de los Rangers, que plenaron el parque con una asistencia récord de 52.419 aficionados.
El ex presidente George W. Bush y su esposa Laura estuvieron entre los asistentes.
"Confío mucho en este equipo, tiene facilidad para recuperarse y salir al frente" declaró el manager de Texas, Ron Washington, a la agencia AP.
"Hamilton es un tipo muy peligroso en la alineación, por eso es muy importante que esté en buena forma. Y en cuanto a Moreland creo que es un jugador que esta actuación dio un paso importante su carrera"
Por los Rangers, el torpedero venezolano Elvis Andrus se fue de 4-2.
Por los Gigantes, el venezolano Pablo Sandoval actuó como designado y tuvo de 3-0.
La serie se reanuda esta noche. Y Texas dijo presente.
Quizás fue la magia del ambiente, por estar de regreso a su casa. Quizás influyó su copropietario, el legendario Nolan Ryan, quien hizo el pitcheo ceremonial a 68 millas por hora, con 63 años de edad, para dar el ejemplo. Quizás. Pero no, el beisbol se gana con pitcheo y bateo y esa fue la fórmula mágica que usó Texas.
Los Rangers vencieron 4-2 a los Gigantes de San Francisco en el tercer partido del "Clásico de Octubre", para colocar la serie 2-1 -todavía con ventaja de San Francisco- gracias a una labor encomiable del abridor Colby Lewis y jonrones del novato Mitch Moreland y el experimentado Josh Hamilton.
Lewis diseminó apenas cinco hits y dos carreras en 7.2 actos -tuvo 103 pitcheos, con 74 strikes- para allanar el camino a un triunfo cuya guinda fue un soberbio relevo del dominicano Neftalí Feliz. Sacó el noveno por la vía rápida, con envíos a velocidad de vértigo.
Los Rangers necesitaban ganar y eso lo entendió a la perfección Moreland.
El jardinero fue paciente en el segundo episodio y en cuenta de 2-2, luego de dar cuatro fouls, sacó la bola del parque con dos a bordo por el jardín derecho, para darle el respaldo necesario al lanzador Lewis.
Para los Rangers quedar abajo 0-3 era firmar su sentencia de muerte y lo entendieron.
Ningún equipo en la historia de la Serie Mundial ha podido recuperarse de ese déficit y luego coronarse.
La otra cara de la moneda fue un timorato Jonathan Sánchez, quinto boricua que abre un partido de Serie Mundial, que fue bateado con libertad y víctima de su descontrol. Texas le fabricó las cuatro carreras y por allí se le fue el partido.
San Francisco se acercó con jonrones solitarios de Cody Ross y el puertorriqueño Andrés Torres, en el séptimo y octavo innings, respectivamente, pero no le bastó, ante la ensordecedora gritería de los fanáticos de los Rangers, que plenaron el parque con una asistencia récord de 52.419 aficionados.
El ex presidente George W. Bush y su esposa Laura estuvieron entre los asistentes.
"Confío mucho en este equipo, tiene facilidad para recuperarse y salir al frente" declaró el manager de Texas, Ron Washington, a la agencia AP.
"Hamilton es un tipo muy peligroso en la alineación, por eso es muy importante que esté en buena forma. Y en cuanto a Moreland creo que es un jugador que esta actuación dio un paso importante su carrera"
Por los Rangers, el torpedero venezolano Elvis Andrus se fue de 4-2.
Por los Gigantes, el venezolano Pablo Sandoval actuó como designado y tuvo de 3-0.
La serie se reanuda esta noche. Y Texas dijo presente.
JOHN ROSADO
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