La familia del beisbol mexicano está de luto, la noche de este viernes 12 de Junio de 2015, a las 10:20 pm, murió Andrés Mora Ibarra, uno de los mejores bateadores en la historia de la pelota cerrándose así una de las más brillantes páginas en la historia del Rey de los Deportes.
La Directiva de los Saraperos de Saltillo, encabezada por el Ing. Antonio Nerio Rodríguez, Presidente del Club y todos los que conforman esta gran familia sarapera, lamentan profundamente el sensible fallecimiento de esta leyenda del beisbol mexicano y envía sus condolencias a toda la familia de este entrañable pelotero.
Andrés Mora Ibarra nació el 25 de Mayo de 1955 en Río Bravo, Coahuila, es uno de los cañoneros mexicanos más respetados en la historia de la pelota nacional, por su gran poder y talento para este deporte.
Jugó de 1972 a 1997 en la Liga Mexicana de Beisbol donde consiguió 419 jonrones (cuarto mejor cañonero en la historia de LMB), de por vida bateó para .314 de promedio en 2104 juegos, sumó 2259 imparables, 324 dobletes, 32 triples y 1498 carreras impulsadas (sexto mejor productor en la historia del circuito y 1141 anotadas, números que lo llevaron a ser electo Miembro del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en 2003 junto con Nelson Barrera, Enrique Romo, Enrique Kerlegand y Fermín “Burbuja” Vázquez.
Además cumplió su sueño de jugar en las Grandes Ligas con los Orioles de Baltimore en 1976, 1977 y 1978, en 1980 participó con los Indios de Cleveland. En su paso por la gran carpa sumó 235 partidos, 156 hits, 27 dobles, 2 triples, 27 cuadrangulares, 83 producciones y 71 anotadas.
Debutó con los Saraperos de Saltillo en el profesionalismo defendiendo los colores de nuestra ciudad los años de 1972, 1974, 1975, 1979, 1980, año en el que jugó con la leyenda Héctor Espino, otro de los mejores peloteros mexicanos en la historia, siguió en 1981 y 1982.
Después pasó a los Tecolotes de Nuevo Laredo de 1983 a 1988, donde formó una gran dinastía conocida como “Los Tres Mosqueteros” integrada por Andrés Mora, Alejandro Ortiz y Carlos Soto, además del gran aporte ofensivo de peloteros de la talla de Gerardo “La Polvorita” Sánchez, Enrique Ramírez y el zurdo Luis Fernando Díaz.
En las campañas de 1989 y 1990 jugó para los Industriales de Monterrey y regresó con los Tecolotes de 1991 a 1997 donde cerró su brillante carrera.
Hoy se cierra una de las más destacadas trayectorias de un pelotero coahuilense, que escribió páginas memorables en la Liga Mexicana de Beisbol, en la Liga Mexicana del Pacífico y en el mejor beisbol del mundo, en las Grandes Ligas. Ahora es tiempo de darle paso a la leyenda, Andrés Mora Ibarra.
Descanse en Paz!!!
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