Cancún, Q. Roo 15 de diciembre.- El béisbol moderno tiene como una de sus principales características el que los lanzadores se han vuelto especialistas para cada etapa de los juegos; siendo de los más necesitados por los clubes un buen cerrador; y Tigres lo tuvo en la persona de Isidro Márquez, quien rescató cerca de 150 victorias para los de bengala.
Fue a principios de los años setenta cuando se estableció la estadística de los juegos salvados, y los Tigres Capitalinos, encontraron hasta los años noventas a un fuera de serie para las postrimerías de los partidos; convirtiéndose en el mejor taponero mexicano en dicha época y hasta la fecha.
Isidro Márquez Espinoza, nació el 15 de mayo de 1965 en Navojoa, Sonora; debutando en la Liga Mexicana de Béisbol, en la temporada de 1985 con los Alijadores de Tampico; para posteriormente vivir tres temporadas con los Tuneros de San Luis Potosí; donde en esos primeros años se desempeñaba particularmente como pitcher abridor.
Este pitcher sonorense, tuvo la oportunidad de ir a los Estados Unidos primero a sistemas sucursales; y luego tomarse su tacita de café en 1995 con las Medias Blancas de Chicago, con quienes vio acción en siete juegos con marca de 0-1 en ganados y perdidos; además de ocho ponches, con par de pasaportes, en seis entradas y dos tercios.
Márquez llegó a los Tigres Capitalinos en 1992, para de inmediato convertirse en el taponero de lujo de los felinos, y en términos generales de toda la LMB.
En ese primer año con los de bengala, “Chilo” Márquez, rescató 25 juegos; luego solo tuvo cinco en 1993; antes de emprender el viaje de nueva cuenta a los Estados Unidos, jugando Grandes Ligas en el 95.
Su regreso a la LMB fue en 1996, para continuar escribiendo historia en cuanto a juegos salvados se refiere al sumar ese año 23; y luego en 1997 tuvo su mejor cifra en su carrera con 30 rescates. Cerrando sus últimas dos campañas con los Tigres salvando 18 y 26 juegos respectivamente.
Con los Tigres, Isidro Márquez sumó 127, de sus 301 juegos salvados de por vida, que lo ubican como el número uno de todos los tiempos en la LMB. Su marca establecida con los felinos, fue rota más adelante por otro de los grandes símbolos de este equipo, en la figura del panameño Santos Hernández, quien dejo la marca en 178 rescates.
Cabe señalar que Isidro Márquez tenía una muy peculiar mecánica para lanzar, al hacerlo por el lado del brazo, y prácticamente rozando su mano con la tierrilla del montículo.
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