Cancún, Q. Roo (www.tigresqr.mx / Pepe Marín) 22 de junio.- No hay mejor ejemplo de pundonor, y de no caerse ante las adversidades, que el caso de Esteban Quiroz en el beisbol, ya que pese a su baja estatura y un par de suspensiones en su todavía joven carrera como pelotero profesional, el elemento de los campeones Tigres de Quintana Roo esta convertido hoy por hoy en uno de los mejores jugadores del momento no solo en la Liga Mexicana de Beisbol, sino de toda la pelota nacional.
Jesús Esteban Quiroz Ortiz, nacido en Ciudad Obregón, Sonora; tuvo su debut en la LMB con los Tigres de Quintana Roo en el 2011, teniendo muy poca actividad; pero al año siguiente comenzó a recibir más oportunidades de parte del manager Matías Carrillo, jugando un total de 85 juegos, donde alcanzó a conectar 60 hits, detonando sus primeros cuatro cuadrangulares en su incipiente carrera.
El “llamado” Pony sufrió el primer golpe duro en su vida profesional al final de la temporada 2012, dio positivo en un examen antidoping, situación que le costó una suspensión de 50 juegos que corrieron en el 2013; pero justamente ese año ocurrió lo mismo, por lo que ahora el castigo fue de cien juegos.
Cabe señalar que este par de casos fueron provocados por medicamentos que Esteban utilizó de niño, buscando le ayudaran a desarrollar más su estatura; pero pese a estos dos duros momentos, en lugar de caerse, se ha levantado para convertirse hoy en uno de los peloteros más admirados por la afición al beisbol de todo el país.
Luego de esas dos temporadas tan complicadas, llegó el 2015, un año que significó el despunte de este pelotero, ya que de a poco se comenzó a ganar la titularidad en el campo corto de los Tigres, sobre todo a partir de la llegada al timón de Roberto “Chapo” Vizcarra a finales del mes de mayo, jugando un total de 96 partidos, y alcanzando por primera vez en su carrera del centenar de indiscutibles, con 103.
El “Pony” muy rápido se entendió con el segunda base felino Carlos Alberto Gastelum en la llave de doble matanzas, además de que su defensa hizo olvidar rápido a Kevin Flores, quien anteriormente ganó tres guantes de oro en esa posición.
Esteban Quiroz consiguió la temporada pasada su primer anillo de campeón, siendo uno de los principales bateadores en la Serie del Rey contra Acereros de Monclova, donde tuvo un promedio de .474; al conectar nueve hits en 19 turnos, con un cuadrangular, cuatro carreras impulsadas y tres anotadas.
Luego de este campeonato Quiroz siguió con la inercia, misma que le alcanzó para terminar siendo el Novato del Año en la Liga Mexicana del Pacífico con los Venados de Mazatlán, equipo que se hecho al hombro literalmente, para llevarlos a los playoffs, donde fueron la cenicienta, terminando con su segundo campeonato en un lapso no mayor a los cinco meses.
Tras el título invernal, vino la experiencia en la Serie del Caribe donde también salió campeón; para tener como recompensa su llamado a la selección mexicana, que tomo parte en el Pre-clásico mundial de Mexicali, donde detonó homerun, siendo ubicado como segundo bat, justamente antecediendo al “Titán” Adrián González.
Este 2016 por ahora está siendo de ensueño para el “Pony” Quiroz, al haber implantado ya marcas personales en cuadrangulares con 12 por ahora, y en carreras remolcadas con 52 hasta el momento, además de estar bateando .340 de porcentaje.
Fue el jugador más votado por la Zona Sur en el pasado Juego de Estrellas en Monterrey, donde participó en el Homerun Derby, llegando hasta la final, donde quedó en el segundo lugar, ya que el sitio de honor fue para su compañero de equipo con los Tigres, el italiano Alex Liddi.
Ahora Esteban Quiroz junto con sus compañeros están trabajando fuertemente en busca del anhelado tercer bicampeonato para la organización.
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